viernes, 26 de marzo de 2010

Debo matarte/ es peligroso que te vuelvas real…

A Dimetre Yerushalmy



Bésame, arráncame la aureola, y sácame las alas…
Bésame despacio, vuélveme a abrazar, abrásame, estrújame, despiértame, corrómpeme, háblame con la verdad… miénteme un poco… grítame hasta que te crea, bésame hasta que no vuelva a creerte nada.

        

Abísmame
Aun un poco más.

Carta fechada en mayo de 2009/ aun sin entregar

A Dimetre Yerushalmy y todo lo que el simboliza.

“Te quiero porque me preguntaste
cuantos años tenía cuando murió mi padre
Y eso nadie me lo había preguntado jamás”
Movie Tu vida en 65´

Te quiero porque me dijiste que era una tonta, y nunca nadie se había atrevido a decirlo, te quiero porque a pesar de no saber mi nombre ni quien soy ni que me gusta pudiste verte en mis ojos y tocarme lento para acariciarme con palabras. Te quiero porque me dijiste Gitana y ese ha sido mi sueño… Viajar y fumar tabaco y leer la mano y olvidar los rostros. Te quiero porque a pesar de no saber que leo a Pizarnik y que me gusta el arequipe y que estudio literatura y que tengo 21 años y que no hablo con mi padre, supiste que me gusta hablar en burbujas, que me enloquezco con música que ni sabia que me gustaba. Te quiero porque me mostraste el mundo en tus labios. Te quiero porque verte dormir ha sido el espectáculo más bello de mi vida. Te quiero por como hueles. Te quiero porque me mostraste débil, porque me hiciste perder. Te quiero porque no me dejaste ir cómo yo quería, te quiero porque haces que nunca tenga la razón, te quiero porque me mostraste que no era feliz y ese es el mejor regalo, te quiero porque no volver a verte es hermoso. Te quiero porque en medio sábado, 2 domingos y medio lunes descubrí que había vivido para conocerte y salir a volar, te quiero porque cortaste la cuerda que me sujetaba las alas, te quiero porque me hiciste dar ganas de montar a caballo, de viajar, y de saber cosas que no me habían interesado antes. Te quiero porque me diste un abrazo cuando me despedía y el corazón casi se me estalla. Te quiero porque los últimos minutos fueron mágicos y el saber que no volveré a pronunciar tu nombre es lo mejor que me puede suceder, porque te quedarás en la memoria. Te quiero porque ya no existes y tus manos en mi rostro vivirán para siempre. Te quiero porque devolvimos el tiempo. Te quiero porque te ríes de mí. Te quiero porque me dices la verdad entre mentiras. Te quiero porque me hiciste subir a un carrusel, te quiero porque me hiciste desearte, te quiero porque desdibujamos lo nuestro, porque devolvimos cada paso, te quiero porque nos desabrazamos, te quiero porque nos des-acariciamos, nos des-besamos.  Te quiero porque me vas a olvidar. Te quiero porque yo no te olvidaré nunca. Te quiero porque no te amo. Te quiero porque te mitificaste. Te quiero porque me diste esperanza. Te quiero porque cuando me enamore te recordaré y sonreiré en agradecimiento. Te quiero porque me hiciste sonreír. Te quiero porque eres un oasis. Te quiero porque te encontré sin buscarte. Te quiero porque te gusta el azul. Te quiero porque contigo fui otra. Te quiero porque tu nombre es malabarismo. Te quiero porque te quedaste parado esperando a que me fuera. Te quiero porque quería llorar y tú seguías mirándome. Te quiero. Te quiero porque voy a volver a empezar. Te quiero porque me mostraste que todo estaba mal. Te quiero porque me alimentas. Te quiero porque a partir de hoy no volveré a hablar de ti. Te quiero porque te quiero, así de simple. Te quiero.

Miedos

A Chris


Cuando camino por la calle, temo.
Siento miedo al abrir la puerta de mi casa 
y exponer mis pasos para lamer las huellas de los otros.
Me da miedo golpear a alguien, 
empujar a alguna anciana, 
hacer zancadilla a algún niño o morder a un policía.
Me da miedo asesinar a un político, 
estrangular palabras, 
incendiar esquinas, armar revoluciones, 
desnudar tu nombre.

Me da miedo darle al mundo lo que se merece.

Intento de carta

A Chris



         

                         
Nunca entendiste el porqué  de mi tristeza y por eso encendiste ese temor de amarme.
Siempre me viste como un animalito asustado que se escondía entre tus piernas y te lamia la alegría. Siempre me viste como un bichito simple, que buscaba tu amor para embriagarse y creía firmemente en las líneas de tu mano que le mentían mapas. Siempre me viste como una niñita mentirosa, que contaba cuentos en los hilos de tu pelo. Siempre me viste asustadiza, un tanto maniática, peligrosa y estranguladora de palabras.
No entendías mi tristeza y los colores opacos de mi lengua recitándote muertos. No entendías mi letra ya cansada y mis pies que te seguían. Siempre me viste amor, como a una mujer débil, extraviada que solo sabia encontrarse en tu mirada.
Nunca entendiste el porqué  de mi tristeza y te dio miedo caer en el abismo. 

sábado, 13 de marzo de 2010

Amor Mio



¿Sabré reconocerte cuando te encuentre?

¿Sabré encontrarte cuando te reconozca?

¿Acaso estaré loca?
Acaso me he escapado de la pesadilla de algún niño malvado y he caído aquí 
presa de mí, de mi malgana de vivir y estas ansías de dormir para soñar que sueño, para crearme en otro lado, 
del otro lado donde impaciente te busco... desmemoriadamente.
Te he mentido en tantos rostros, 
te he anhelado en tantos poemas y copas de vino, 
te he esperado en tantas lunas, amor mío.

¿Cómo he de mirarte cuando te vea?
y ¿cómo he de hablarte para que me oigas?
deslizaré mi voz y mis cosquillas por tu lengua, 
deslizaré este retazo de mujer, por tí, en ti, 
para fundirme, para ser...

habré de encontrarte como un abismo 
que irremediablemnte va hacia otro abismo, 
para gritarme dentro con tu voz.

Tengo un grito aquí atrapado y un beso con esta carta a media hoja, 
dispuesta para darte, para darme, 
con toda la esperanza que es el encontrarte.

Por ahora este texto, 
que te busca y mis palabras dentro de las palabras de clarice:

El Muchacho (tú) y ella (yo) 
se miraron en medio de la lluvia (gente) 
y se reconocieron como dos norestinos (abismos), 
animales de la misma especie que se adivinan.

así me siento como una mujer con columna rota, 
que le falta eso, que le faltas...

Habré de encontrarte mi amor, mi , mi abismo...

jueves, 11 de marzo de 2010

Intentas decir Angela y solo gritas Alejandra


RENUNCIA

A la hija de los reyes
Que me enseñó  el sentido de la poesía
Y me inventó un poema de silencio.

Me dueles en palabras  que ya no tengo
floreces en hojas descocidas
que ya no reconocen esta pluma
que se murió de sed en el oasis.

Mi lenguaje se ha sometido
a perseguir tu lengua en los rincones
                                               de la mía,
a perderme en el hades de tu pupila,
a implorar un beso que me extinga,
que me llore
que me impulse,
me viaje, me fuego, me aire,
me exalte, me lluvia, me llanto, me viva, me mate
en tu carne
tu sangre…
tu cuerpo

Me dueles en la prosa que se rompió de pena
porque no existe una palabra para nombrarte
y pueda regocijar al pájaro
que se quedo perdido en la jaula de mi infancia.
Se  me ha muerto la literatura
Carezco ya de juegos que me sobreviven
No necesito ya de fuegos y
Arti-ficios
Arti-lugios
Arti-cuerpos
Arte-vida
Arte-invento
Arte-sueño

Ya no,
ya no el poema, no la palabra,
no la evasión
no a la farsa
no al adiós
no al encierro
no más Alejandra…




PÁJAROS

Yo no se de pájaros, No conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.
Alejandra Pizarnik

Quiero ir más allá del cielo
tentando a Ícaro
para que no olvide el perfume de mi vuelo.

Besar el sol con mis yemas derretidas
Desnudarme ante dios en una nube
Esperar la posesión de un pájaro
Y aturdirme con el grito de la noche.

Me lanzo de una azotea
De un octavo piso que no existe
Y la muerte,
siempre la hermosa muerte
cantando alucinada una melodía de ave
me recuerda
que mi cuerpo no posee  alas.